El sábado pasado (17 de enero) fue mi boda y, aunque me cueste creerlo, ¡todo salió perfecto! No les miento, no tenía grandes expectativas para el gran día y siempre me mantuve con la idea de que todo saldría medianamente bien; sin embargo todo fue mejor de lo que alguna vez pude pensar. En la ceremonia religiosa, por ejemplo, pasaron por mi mente miles de cosas, pero estas 10 que les cuento son las que pensé mientras caminé hacia el altar.
- 1.- “¿Dónde está la música?”
Sólo pude escuchar los primeros acordes de la marcha nupcial, pero cuando di el primer paso para entrar a la iglesia, el ruido se esfumó por completo ¡y no escuché absolutamente nada! No me espanté, pero sí pensaba cosas como: “¿sí se estarán escuchando los músicos?”. Afortunadamente, todo se escuchó perfecto y súper romántico.
- 2.- “¿Mi novio está llorando?”
No quiero ventanearlo, pero la realidad es que Mariano, mi esposo, lloró más que yo durante toda la ceremonia. Es más, cuando iba caminando hacia el altar lo único que quería era llegar con él para tranquilizarlo. Fue muy muy chistoso. Seguro la cara de tu chico desatará este tipo de pensamientos cuando camines en la iglesia.
- 3.- “¡Qué bonitas quedaron las flores”
Contraté a los mejores, sin duda, pero jamás imaginé que los arreglos se iban a ver tan lindos en la ceremonia. Mientras caminaba trataba de expandir mi campo de visión para darme una idea de cómo se veía la iglesia toda adornada, pero la realidad es que cada centímetro de mi camino me encantó todo lo que veía.
- 4.- ¡¿Dónde está el fotógrafo?!
Otra de las cosas muy chistosas que me pasaron es que, mientras caminaba hacia el altar, nunca pude encontrar a mi fotógrafo. Ya después me dijeron que todo el tiempo estuvo frente a mí, pero no recuerdo haberlo visto mientras llegaba con mi novio. Me espanté mucho, pero luego pude relajarme. No te preocupes, seguro a ti te pasará lo mismo el día de la boda.
- 5.- “¿Cómo voy a subir las escaleras?”
Para el gran día elegí un vestido de pastel: corte princesa, falda inmensa de tul y una cauda enorme. Por eso, y por mi evidente inocencia en el mundo de las bodas (es la primera), no sabía cómo iba a manipular el vestido una vez que llegara al altar. Cuando llegué todo fue muy sencillo, pero no puedo negar que sí pasó por mi mente la escena de Jennifer Lawrence y su caída.
- 6.- “¿Qué pasa si me caigo?”
Ésta, te aseguro, será una de las cosas básicas que pasarán por tu mente en la ceremonia religiosa. Aunque tiene que ver mucho con el punto anterior, en el desfile hacia el altar pensarás que, al menos en cualquier momento, perderás el equilibrio y el piso te recibirá con una grandísima caída. ¿Lo mejor de todo? Me hubiera divertido años si eso pasaba. No te preocupes. Si te caes, levántate y listo.
- 7.- “Estoy a punto de tener un ataque de risa”
No puedo negar que me la pasé espectacular en mi boda, y una de las cosas que noté es que, en un microsegundo, noté que estaba a punto de sacar la carcajada más histérica de la historia. Entre los nervios y la felicidad que estaba experimentando en ese momento… ¡Todo podía pasar! No me reí, pero nunca pude parar de sonreír. Seguro te pasará exactamente lo mismo.
- 8.- “¿Para qué me preocupé tanto?”
Debo reconocer que días antes de mi boda tuve ataques de ansiedad y de mucha preocupación por cómo saldría todo. He escuchado que muchas chicas pasan por lo mismo (¡chóquenlas!), así que cuando iba de camino hacia el altar, al ver que todo estaba perfecto y que mi novio me esperaba en el altar, sí tuve que hacerme la pregunta del millón: “¡¿Para qué tanta preocupación, Melissa?!”
- 9.- “¿Se verán bien el velo y el vestido?”
Como no veía lo que pasaba detrás de mí, era evidente que me puse a pensar si mi vestido de novia y el velo se verían espectaculares. Fue lo que más me gustó de todo el estilismo, así que ¡todo tenía que lucir perfecto! No te preocupes si pasa eso, creo que todos estarán más enfocados en el momento emocional que en cómo cae tu vestido de novia.
- 10.- “¿Tengo que voltear y saludar a los invitados?”
Finalmente, cuando abrieron las puertas de la iglesia, no sabía exactamente qué hacer: ver únicamente a mi novio, saludar a los invitados con la mirada o concentrarme en mi rollo. ¿Mi recomendación? ¡Haz lo que te dé la gana! Yo le hice caras a mi novio, volteaba a ver a algunas de mis amigas y, sin duda, estaba en un ambiente donde sólo existíamos los dos, ¡y ya!
¿Te pasó algo de esto? ¡Déjame un comentario! Me encantaría que me contaras cómo fue tu experiencia en tu desfile hacia el altar. Si te gustó este artículo, también te recomiendo: 12 vestidos de novia que estarán de moda en 2015, 14 tendencias de bodas que arrasarán este 2015, 30 canciones perfectas para la ceremonia religiosa y cómo tener una boda estilo Pinterest en sólo 13 pasos.
Fotos de Hannah Colclazier Photography, Ashley Kelemen, Stephanie Pool, Michelle Warren Photography, JoPhoto vía Style Me Pretty
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