2 métodos para la sana administración del dinero en pareja

Lo primero que deben tener claro es la capacidad económica de ambos, el saber cuánto gana tu pareja y que tu pareja conozca tus ingresos, sobre todo si viven juntos y tienen un plan de vida en común, no tiene por qué ser un tabú. Conocer sus capacidades económicas, los ubica a los dos en la realidad de cuál es su nivel de vida para crear una estrategia de crecimiento, inversión y gasto anual en pareja.

En el supuesto de que la familia solo dependiera de un ingreso, el proveedor económico deberá estar consciente que el dinero no le pertenece sino a la familia, y como tal, crear juntos un plan de administración de sus gastos llamado: Presupuesto familiar.  Si son ambos los que aportan dinero a la casa, entonces los gastos deben ser repartidos en partes proporcionales.  La salud financiera se logra al determinar en qué porcentaje se distribuye el gasto familiar, o asignarse cada uno gastos concretos hasta sumar entre los dos el mismo monto, ejemplo:

Distribución por porcentajes:

25% despensa, 20% servicios de luz, agua, etc., 5% entretenimiento, 10% fondo de ahorro… En este método, cada uno otorga el porcentaje de acuerdo a su sueldo, de modo que sea igualitario para cada uno sin importar cuánto ganen.

Distribución por gastos específicos:

Servicios $1,200; Comida del mes: $3,000; Entretenimiento: $1,200; Fondo de ahorro: $1,000. Gran total: $6,400, para cubrirlo, cada uno aportará el proporcional a su sueldo para cubrir los gastos. No se dejen llevar por la regla de “mitad y mitad”, pues no es lo mismo dar la mitad de un sueldo de 20,000, a dar la mitad de un sueldo de 1,000.

No se recomienda que tengan cuentas bancarias de fondo común, a menos que esté designada para algo muy específico como ahorro o vacaciones. De lo contrario se pierde el seguimiento de los ingresos y los egresos, inhabilitando la práctica de la equidad.

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