Lulú y Elías querían algo original, un escenario en donde su historia de amor pudiera tomar un significado que trascendiera las barreras de la tradición y lo “convencional”. Una biblioteca, esas cuatro paredes fueron suficientes para sumergirse en las páginas de su relación: una complicidad que, a pesar de sus notables diferencias, ha superado todo tipo de conflictos y antagonistas para luchar por un “y vivieron felices para siempre”. No hay duda, el once y su simetría perfecta se acopla de forma idónea a la imagen de esta pareja que, sin duda, se ha robado nuestros corazones.
“El once, matemáticamente son dos números iguales que forman una sola cantidad, pero que el uno sin el otro sería solamente uno, y no dos acompañados entre sí”. No hay mejor forma de definir una historia que sabe el verdadero significado del amor, y es que como Lulú y Elías lo describen, la gente suele pensar en el número dos cuando se habla de una pareja, pero la esencia y ese espíritu personal se complementa con la pareja, con ese ser que le pone sabor a la vida y aventuras a cada día.
Se conocieron hace seis años y su amor ha sido de 10. El inicio de un noviazgo se convirtió en la mejor amistad, una unión de cómplices que han sabido darle frente a la vida, y qué mejor que comparar su realidad con las páginas de un libro que te conquista y te invita a un mundo paralelo. “Cada peso tiene su contrapeso, cada obscuridad tiene claridad, cada ying, su yang, y así se complementan para hacer de dos cosas distintas una sola, así como ella es pedagoga y yo ingeniero, así cada uno tiene detrás a una artista y un filósofo respectivamente”, dice Elías. No hay pretexto: el amor es una decisión.
La lectura ha sido símbolo de pasión para ambos. Los dos son capaces de adentrarse en las páginas interminables de un clásico que transforma la forma de ver la vida y que, al mimo tiempo, enriquece; de la misma forma se ha establecido su relación. Lulú y Elías no sólo se encargaron de disfrutar los espacios de una biblioteca que acogía su historia de amor, sino que también se inspiraron en aquellos libros que han sido básicos en su entendimiento de la vida, como El Principito: “que sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”. Nada más cierto.
Esta vez, nos inspiramos en las maravillosas tomas de Viviana Cardona… Fotografías que captan la esencia del amor verdadero y la pasión por la lectura, el gran pilar de lo que denominamos “vida”.
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Fotos cortesía de Viviana Cardona
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