La pasarela Cibeles Novias 2013 llegaba ayer a su fin: una edición breve pero intensa, donde hemos podido ver, a lo largo de dos días de desfiles, los vestidos de novia 2013 que los diseñadores españoles han preparado. El equipo de Zankyou estuvimos a pie de pasarela, tomando nota de todas las propuestas desde el front-row. Te resumimos lo mejor de la catwalk madrileña.
Uno de nuestros desfiles favoritos fue el de Isabel Zapardiez: la diseñadora donostiarra, a quien tuvo la oportunidad de entrevistar entre bambalinas nuestra compañera Mónica Martínez. Se inspiró en el mágico mundo de las hadas para crear una colección de fábula, que por primera vez reunía tanto vestidos de novia como trajes de fiesta.
Tonos rosa, perla y malva para un sinfín de vestidos de ensueño, en los que no faltaron las aplicaciones de cristal, las gasas semitransparentes, los detalles de encaje, las plumas y las siluetas de líneas efímeras. Destacamos: las piezas de joyería que redondean los vestidos, elaboradas en cristal y estaño.
Otro desfile de ensueño fue el de la firma de Paula del Vas, con vestidos lenceros tanto para novia como para invitada. Sofisticados modelos en tonos marfil, rosa, negro o carmín, inspirados en la estética vintage de los años 50, y que presentan a la figura femenina como la de una auténtica muñeca rusa de porcelana.
El detalle por excelencia: las diademas para novia, un must de cara a la temporada que viene, y las diademas en forma de corona de princesa.
Muy llamativos fueron los tres diferentes desfiles de Miquel Suay: el diseñador toca todos los palos, y se atreve tanto con los vestidos de novia como con los trajes de ceremonia para ellos y los vestiditos de Primera Comunión, que también tuvieron su hueco en Cibeles Novias en la tarde del viernes.
Lo más llamativo: los colores, casi siempre en blanco nuclear, con escasas concesiones al color salvo por un único vestido de novia rojo, uno de los más buscados por las novias contemporáneas, y que se convirtió en una de las tendencias más destacadas de la New York Bridal Week hace unos días, y un vestido negro con costuras visibles. Nos encantaron: los tocados florales en color púrpura.
Un clásico de Cibeles Novias, que tampoco podía faltar en esta edición, es Pepe Botella: a manos de su hija Lucía, la firma sigue apostando por modelos de costura tradicionales, tanto para novia como para fiesta, con especial predilección por los tejidos en tonos tostados, miel, oro o marrones glasé.
Tampoco faltaron los detalles que hacen de un vestido una verdadera pieza de artesanía, como las pequeñas incrustaciones de cristal, los cuerpos encorsetados, los brocados en hilo de plata o las plumas prendidas sobre gasa de seda.
Como rúbrica final: el desfile de Emperatriz, otro de nuestros imprescindibles en esta edición. Sus piezas de lencería para novia son capaces de conquistar a mujeres de todo el mundo, ya vayan o no a pasar por el altar, con modelos que alternan eficaz corsetería con prendas íntimas ultrasexys, ligueros, bustiers y camisones de finísimo encaje para la noche de bodas.
Imprescindible: mantener ‘alta ‘ la temperatura, sin olvidar los pequeños detalles, como los frunces y pequeños lacitos de aspecto naïve, los bordados con cristales de Swarovski o las refulgentes paillettes en color oro.
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